Así lo consideró el mandatario Juan Carlos Granados, al final de un Consejo de Seguridad que evaluó sus implicaciones. Foto: Diego Peña-OPGB.
Por Germán García Barrera
El Gobernador confió en que los líderes de Dignidad Campesina logren avanzar en un escenario de conversaciones efectivas que permitan medir con claridad el alcance de los compromisos pactados en 2013, y evitar el riesgo de un cese de actividades que pueda generar un impacto muy fuerte en la economía del departamento.
“Lo que deseamos es que no se llegue a una situación de paro porque no creemos que sea la mejor forma de solucionar los problemas. Nosotros esperamos que se determine un procedimiento para hacer efectivo el cumplimiento de los acuerdos”, dijo el gobernador Juan Carlos Granados.
Sin embargo, y frente a las informaciones en el sentido de que algunos líderes campesinos tomarían la decisión de promover una protesta en contra del gobierno nacional, desde el Consejo de Seguridad se acordó solicitar a la Primera Brigada tomar las medidas para restringir el porte de armas.
En relación con las acciones de orden municipal frente a la eventualidad de un nuevo paro, y luego de una sesión de trabajo con alcaldes del departamento, el Jefe de la Administración Seccional sostuvo que en cada localidad se tomarán las medidas que la circunstancia amerite como la de Ley Seca y otras que garanticen la seguridad y el bienestar de los ciudadanos.
Granados Becerra se refirió a la inconveniencia de la protesta, especialmente en momentos en que los propios voceros del Movimiento de Dignidad Campesina han aludido al cumplimiento de 25 puntos por parte del Gobierno. El Mandatario insistió en la necesidad de darle tiempo al Estado para poner en marcha las medidas que permitan superar la crisis del campo.
El Gobernador de Boyacá y Presidente de la Federación Nacional de Departamentos aseguró que en su condición de garante del pacto entre el gobierno y los campesinos ha insistido en la urgencia de tratar los temas que generen dificultad en los escenarios de diálogo establecidos a fin de evitar circunstancias como la que hoy amenaza la tranquilidad de la comunidad.