La golupa o gulupa responde muy bien en ambiente de invernadero.
Por Reinaldo Meneses Quintero - Ingeniero UN -
Al ser Colombia un país de oportunidades, en muchos casos no aprovechadas, surge una nueva alternativa agrícola para nuestra comunidad campesina, consistente en la siembra y comercialización de la familia pasifloras (maracuyá, Golupa y granadilla), que son especies altamente adaptables a nuestros entornos, especialmente en climas con humedades relativas altas; sin embargo, el ingeniero agrónomo de la universidad Nacional, Rubén Carvajal, ha venido trabajando en estas especies, especialmente golupa en nuestro clima rovirense, más seco que el promedio nacional, con resultados prometedores y siempre con miras al mercado exportador.
Las experiencias vividas en García Rovira han sido agridulces, pues la adaptabilidad a nuestro clima es difícil y se requiere en muchos casos de infraestructura especial para proteger los cultivos de los ambientes climáticos, en especial el viento y la alta radiación solar incidente que garantiza más altos grados brix, pero genera golpe de sol y afectaciones mecánicas que afean su aspecto para exportación. Para resolver estos inconvenientes, el ingeniero ha tenido que recurrir a infraestructura de protección tipo semicubiertas o invernaderos herméticos que al parecer es la solución a estas afectaciones.
Las alternativas de protección han sido recurrentes en todo el país, a tal punto que la mayoría de los cultivos, en especial el de golupa, los han adoptado con muy buenos resultados. Los cultivos implementados en los municipios de La Belleza en Santander y Granada, Silvania y Pasca en Cundinamarca que son los que más la cultivan, las están usando.
Recientemente, en nuestra provincia se han presentado algunas virosis que afectan en especial el cultivo de golupa a campo abierto, por lo que se requiere tomar medidas drásticas para evitar su proliferación que prácticamente inviabilizaría nuestros cultivos de esta especie; la solución que plantea el ingeniero Rubén es su cultivo en invernaderos totalmente cerrados y con altas normas de bioseguridad que impidan el acceso de vectores. Estos invernaderos también contarán con sistemas controladores de clima, para evitar las altas temperaturas y bajas humedades relativas, que son otros factores que afectan la producción, en especial la calidad de la fruta en el caso de la golupa. Los invernaderos tradicionales que se utilizan para el cultivo de tomate larga vida no cumplen estos requisitos y por lo tanto no serían apropiados para esta clase de cultivos.
En los cultivos productores, estas especies se han tornado en alternativas altamente rentables para los campesinos que las siembran, nuestra región no debiera quedarse por fuera de este boom exportador y todos los esfuerzos tendientes a promover el cultivo de estas especies debieran ser respaldados por la institucionalidad regional como son las alcaldías y entidades como el SENA y cámara de comercio.
Tenemos pues en estos cultivos una oportunidad para que nuestros campesinos de todos los pisos térmicos adopten otras alternativas agrícolas con altas rentabilidades y que en el caso del maracuyá puede ser alternativa para reemplazo de cultivos ya de salida como el tabaco en clima cálido, ya que los países europeos están ávidos de nuestras frutas, para ellos exóticas, y las adquieren a muy buenos precios y, en el caso de las de la provincia de García Rovira con mayor razón, pues son más dulces al tener altos grados brix.