ÁREAS ARTÍSTICAS
Tunja, 25 de octubre de 2025.
Pasto y Argentina se llevaron todos los aplausos del público paipano, que
acudió al Parque Jaime Rook para disfrutar de la alegría y el colorido de las
danzas del sur de Colombia —marcadas por la riqueza de la cultura amazónica— y,
posteriormente, de la elegancia y el suspiro que expresa el tango, en el marco
del Festival Internacional de la Cultura Campesina (FICC). Camilo Montenegro, de la Fundación Cultural
Ardanza de Nariño, expresó su gratitud por la calidez y hospitalidad que han
recibido en su visita a Boyacá. “Estamos muy felices de estar aquí. Hemos
traído un fragmento de nuestra obra Legado: herencias vívidas en el sur,
mostrando nuestra interculturalidad, pues tenemos influencias de la costa
pacífica, la zona andina y la selva amazónica”, expresó.
Durante la misma jornada, el
Ballet Folclórico de Fresnillo se desplazó al municipio de Somondoco, llevando
con orgullo una representativa muestra del folclor mexicano. En paralelo, en la
Academia de Danza La Choza, de Duitama, se realizó el Workshop Intensivo de
Danza Urbana.
La narración oral se tomó Boyacá en el tercer día de eventos culturales
Narración Oral. La narración oral
volvió a llenar de vida la Plaza de Bolívar y los escenarios culturales de la
capital boyacense. En la franja Callecuento, Leidy Cortés y Edgar Bambú
conectaron con el público a través de la improvisación y de historias
cotidianas, tal como lo destacó el narrador, Mauricio Patiño, también invitado
al Festival Internacional de la Cultura Campesina. “Esta es mi segunda
participación en el FICC; vine hace diez años. En esta ocasión, tuve la
oportunidad de recorrer un poco más la ciudad de Tunja, y eso se reflejó en el
escenario, porque utilizo las imágenes del lugar en el que estoy para
incorporarlas en mis historias”, comentó.
En la noche, la Función de Gala,
protagonizada por Ana Wonka, de Medellín, y Rafo Díaz, de Perú, conquistó a los
asistentes con relatos que combinaron el amor en todas sus formas y las
aventuras de viaje con la tradición oral amazónica, respectivamente. La jornada
cerró con Alas-Salas, en el Teatro Café Amero, donde Julián Maya y Liz Quiroga
ofrecieron un espacio íntimo, marcado por una cuentería cercana y profundamente
narrativa.
Por estos días el arte brilla en su máxima expresión
Artes plásticas. El Festival Internacional de la Cultura Campesina
(FICC) sigue celebrando la riqueza artística y cultural de Boyacá con una serie
de eventos que destacan la creatividad y la pasión de los artistas locales. El
FICC recibió al español Ignacio Chavarri, quien compartió sus conocimientos y
su experiencia en un diálogo sobre técnicas para desmitificar la profesión del
artista. Además, el pintor David Sarmiento, de Chiquinquirá, ofreció un taller
en el que reconoció que el arte vive en todos, y que solo se necesita sentir y
querer expresar.
El Festival también rindió
homenaje a 30 artistas boyacenses, ganadores de la convocatoria, quienes se
tomaron la Casa Cultural Eduardo Santos con su arte y talento. La exposición
colectiva III Salón de Grandes Capacidades reunió a cinco artistas de
diferentes disciplinas y trayectorias, unidos por la pasión que despierta el
arte y la superación personal. La muestra es un testimonio de la diversidad y
la riqueza artística de Boyacá. Los artistas y sus conocimientos estarán listos
para recibir al público nuevamente a partir del 31 de octubre en el Palacio de
Servicios Culturales, con talleres de Artes Plásticas.
¡En Boyacá hacemos grande la literatura!
Literatura. El Festival Internacional de la Cultura Campesina
(FICC) continúa llenando de arte y palabra los escenarios de Boyacá. En esta
jornada, la literatura estuvo presente en Tunja, Duitama, Paipa, Sogamoso y
Chiquinquirá, con actividades que exaltaron la creatividad, la tradición y el
talento local. En Tunja, talleres y presentaciones como “Entre tíos, abuelas y
taitas”, de Leydi Yurani Ochoa, y “Destilando historias”, de David Rujuana,
inspiraron a los asistentes a descubrir el poder de la escritura. Mientras
tanto, en Duitama, autores como Francisco Montaña, Germán Izquierdo y Juan
Esteban Duque compartieron experiencias que conectan la fe, la memoria y la
identidad cultural.
Igualmente, Sogamoso vivió un
emotivo recital de poesía con la Fundación Contexto Cultural; a su turno, Paipa
celebró la creatividad de los niños y jóvenes en talleres de ilustración y
literatura. Para continuar con los más pequeños, en Chiquinquirá la literatura
infantil tuvo su espacio con “En la boca de las nubes” y la obra “Semblanza”,
del escritor boyacense Raúl Ospina.
El humor desató inmensas carcajadas entre los sogamoseños
Circo. El Parque Recreacional del Norte se llenó de color, risas y
destrezas con la realización de las Circo Olimpiadas, un evento que reunió a
artistas de distintas regiones del país en el marco del Festival Internacional
de la Cultura Campesina (FICC). Familias enteras disfrutaron de un día
especial, donde el circo se convirtió en un motivo de encuentro y alegría.
Niños, jóvenes y adultos se dejaron llevar por las competencias que mezclaron
humor, acrobacia y malabares, resaltando la importancia de estos espacios, que
fortalecen la cultura y promueven la convivencia comunitaria en la ciudad.
Entre los artistas participantes
se destacaron Cristian Galeano (André Comartillo), quien compartió su pasión
por transmitir “algo de lo que uno es” a través del circo; Oscar William
Algarra (Payaso Palmerita), con más de 45 años de trayectoria, quien recordó
que “el público es el aliento de los artistas, mucho más allá de las risas”; y
Mateo Cetina, de Circo Rotos, quien destacó el valor de estos eventos como
impulso al crecimiento del gremio circense en Colombia. También iluminó el
césped del parque la artista Nicol Hoyos, quien viajó desde Soacha con sus
brillantes atuendos y resaltó cómo el FICC “motiva a los jóvenes a enamorarse
del arte y a hacer realidad sus sueños”. Con una masiva asistencia de familias,
las Circo Olimpiadas dejaron claro que el arte sigue vivo y creciendo en el
corazón de Boyacá.
El teatro llenó de arte y emoción los escenarios del FICC
Teatro. El Festival Internacional de la Cultura Campesina continúa
su recorrido teatral por los municipios de Boyacá, llevando historias y
emociones a diferentes públicos. En Tunja, la Plaza de Bolívar se llenó de
color con la obra “El Bicho de la Luz”, una puesta en escena que reunió a
niños, familias y curiosos alrededor de una historia divertida y con un mensaje
sobre el valor de la naturaleza.
En Duitama, la Sala del Grillo
fue el escenario de “Puyucahua”, una obra cargada de simbolismo que conectó al
público con las raíces y la memoria ancestral del territorio. Mientras tanto,
en Sogamoso, “Una noche de verano” encantó a los asistentes con una función
alegre, cercana y llena de momentos inolvidables. “Agradecemos al público
tunjano, al público de Sogamoso y de Duitama, en los diferentes lugares donde
tenemos programación, por acudir masivamente a estas presentaciones, que se han
tejido desde el área de Teatro. Los esperamos hasta el 1 de noviembre con 35
obras de teatro que aún faltan”, expresó Arturo Ferley Neira, coordinador del
área de Teatro del FICC.
Música. La jornada musical de este sábado en el Festival
Internacional de la Cultura Campesina (FICC) estuvo marcada por la cercanía con
el público. En Duitama, la Instrumentoteca: Encuentro de Jóvenes Guitarristas
inauguró oficialmente la nueva Biblioteca Pública Zenón Solano con la
presentación de María Paz Cubells y José Carlos Acha, quienes ofrecieron una
charla llena de aprendizaje, técnica y amor por la guitarra. Más tarde, en
Tunja, el productor y compositor argentino Popi Spatocco compartió su
experiencia en el conversatorio “La composición y los arreglos”, un espacio en
el que músicos y asistentes exploraron la riqueza del proceso musical creativo.
En Sogamoso, la tarde vibró con
un gran concierto de bandas, donde los sonidos del rock y el trap jam brindaron
una energía potente y juvenil. Mientras tanto, en Tunja, la Plaza de Bolívar se
llenó de ritmo con el Concierto de Calle, a cargo de Santos y Los Bataclanes,
que pusieron a bailar a las familias tunjanas. Por último, la jornada cerró en
el Auditorio Boyaquirá con el Concierto Estelar: Letra y Música, protagonizado
por Paula Neder, Alejo García y Jerónimo Verdún, en una noche donde las
culturas argentina y colombiana se unieron en un mismo canto. “Esta noche
presentamos un viaje sonoro por las Américas”, dijo Alejo García.
Por estos días expertos y conocedores solo hablan de cine
Cine. Desde el Cinema Boyacá, en la ciudad de Tunja, una vez más el
público conocedor, apasionado y empírico se reunió para asistir al Programa El
Espejo, del director de cine Felipe Moreno Salazar, oriundo de Cali, quien fue
el primer invitado estelar dentro de la nutrida programación que trae el área
artística de cinematografía y medios audiovisuales del Festival. Esta
iniciativa, bajo la coordinación de cine de Hildebrando Porras, aborda la
temática del cine desde los campos colombianos, mostrando las distintas
realidades de personas que, con frecuencia, no tienen voz ante los conflictos
que vivimos como sociedad.
El samario Felipe Moreno
compartió, a través de un conversatorio, el contenido de todos sus
cortometrajes en torno a las vivencias de la ruralidad y los pueblos
colombianos; fue escuchado y aplaudido por un público muy participativo a lo
largo de toda la jornada. El siguiente evento de la noche fue el reconocido film
de 1965 titulado “Cada voz lleva su angustia”, dirigido por Julio Bracho. Esta
cinta nacional fue restaurada digitalmente en 2020 por Cine Color Digital
Colombia. Su proceso de restauración, composición y distribución constituye un
modelo a seguir en Latinoamérica para la conservación del patrimonio fílmico
colombiano. El público se deleitó con esta gran historia en blanco y negro, que
incluyó limpieza, colorización, etalonaje digital y restauración tanto de la
imagen como del sonido.
Hildebrando Porras y Felipe
Moreno, en compañía de su equipo de producción y periodístico, cerraron la
noche con una rueda de prensa para hablar sobre las actividades de la última
semana del Festival.




