Esta es la posición del Gobernador de Boyacá, Carlos Amaya.
Por Deisy A. Rodríguez Lagos (OPGB).
Tunja, 8 de noviembre de 2016. (OPGB). En la Plaza de Mercado de Pesca, la comunidad de este y los demás municipios de la Provincia Sugamuxi, defendieron su vocación agrícola e identidad campesina del extractivismo.
El domingo 6, después de realizar algunos quehaceres indispensables como alimentar sus animales de granja, desayunar en familia, alistar el almuerzo y cumplir sus deberes como creyentes, campesinos de incontables veredas llegaron al improvisado escenario donde realizarían una Audiencia Pública para discutir la presencia de la petrolera francesa Maurel & Prom, en su territorio.
"Con ruana y sombrero defendemos nuestro suelo, y no con overol petrolero", expresó una de las mujeres ponentes. Así quedó claro que la comunidad rechaza toda actividad de exploración o explotación de esta y cualquier empresa.
Maurel & Prom con presencia en esta región del Departamento desde 2010, solicitó a la ANLA, la modificación de la licencia ambiental que reduciría el área de impacto, de 252 km2 a 80 km2, más no la cantidad de plataformas y pozos. Por otro lado, pese a que en febrero de este año, la Corte Constitucional prohibió la intervención de empresas de hidrocarburos y mineras en zonas de páramo, áreas de recarga y acuíferos, argumentando que "prevalece el derecho al medio ambiente sano y no el derecho adquirido por las licencias ambientales", otros ponentes de la audiencia en Pesca sostuvieron, colmados de indignación, que la petrolera "ha violado esas exclusiones" y que, "la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales debe negar esa licencia". "¡Fuera Maurel & Prom!" gritó el público en repetidas ocasiones.
Carlos Andrés Amaya Rodríguez, gobernador de Boyacá, permaneció atento a las intervenciones de quienes habitan en zona rural de la Provincia Sugamuxi, y conocen de primera mano hace seis largos y tortuosos años, los daños ambientales de la empresa en mención.
Una vez tomó la palabra, dijo: "como gobernante tengo la obligación y el deseo de representar los intereses de mi comunidad y así lo haré hasta el último día de mi vida. (…) No estamos de acuerdo con este proyecto ni con los demás, relacionados con la exploración y la explotación de petróleo que implican evidentemente graves impactos en tanto irremediables". Para el Mandatario, "esta no es una posición contra alguna organización empresarial en particular, sino una posición de vida en defensa de nuestro patrimonio natural e identidad como pueblo rural, paramuno y forestal".
El gobernador Amaya también alertó sobre la significativa porción del territorio boyacense que estaría en la mira de otras empresas con el mismo interés, indicando que la exploración actual se desarrolla o pretende desarrollar sobre un área de 1.158.887 hectáreas, es decir, en el 50% del total del Departamento. La explotación actualmente tiene lugar en 166.636 hectáreas en Puerto Boyacá, Tópaga, Gámeza, Corrales, Cubará, Serranía de Las Quinchas y Provincia de La Libertad.
"Solo los métodos de exploración son invasivos, destructivos y riesgosos. Las detonaciones resultantes pueden incrementar la erosión del suelo, deteriorar la estructura de viviendas aledañas, como ha sucedido, y afectar acuíferos. Las actividades complementarias también pueden tener consecuencias negativas al generar residuos y dañar la cobertura vegetal. Más allá, si la exploración resulta positiva en términos de hallazgo de crudo, sin duda los problemas para el territorio se multiplicarán", afirmó el Gobernador, quien trabajó desde el Congreso de la República por el medio ambiente, la proyección de los páramos, los cuerpos de agua, la biodiversidad y el bienestar de las comunidades campesinas.
Antes de culminar la audiencia, el Mandatario anunció una inversión histórica de más de 60 mil millones de pesos, para proteger los ecosistemas a través del Programa BIO, y cerró con la potente frase que el país entero recuerda: "ayer, hoy y siempre, en Boyacá sumercé, no cambiamos agua por petróleo".