El capturado llevaba 20 años en la organización
Operaciones militares adelantadas por la Primera Brigada, orgánica de la Segunda División del Ejército Nacional, lograron la captura de un presunto integrante del Eln.
Se trata de alias el "Chatarrero" o "Pate Cumbia", presunto jefe de la red de apoyo al terrorismo del Frente Adonay Ardila Pinilla, del grupo armado organizado Eln, capturado en las últimas horas, en desarrollo de operaciones militares adelantadas por tropas del Batallón de Alta Montaña No. 2, General Santos Gutiérrez Prieto, en coordinación con la Policía Nacional.
La operación militar tuvo lugar en la vereda Santa Rosita, municipio de Susacón, Boyacá, en cumplimiento de una orden de allanamiento. Alias "Chatarrero" contaba con orden de captura, de acuerdo a un proceso que cursa en la Fiscalía 20 seccional Soatá, por los delitos de tráfico fabricación o porte de armas de fuego, accesorios y municiones, en concurso con el delito de rebelión.
Al momento de la captura el sujeto tenía en su poder una pistola nueve milímetros, un proveedor con cinco cartuchos, así mismo, una libreta con información que es motivo de investigación por parte de las autoridades competentes.
Prontuario Delictivo
Según la Primera Brigada del Ejército, "el capturado, con 20 años dentro de la organización terrorista, tenía área de injerencia en la vereda Santa Rosita y Guantiva, sector del Desaguadero, del municipio de Susacón, y en Onzaga, en el departamento de Santander".
Agrega la Unidad Militar que, "en la actualidad era señalado como cabecilla de la red de apoyo al terrorismo del Frente Adonay Ardila Pinilla del GAO Eln, y era el encargado de guardar material logístico, armamento e intendencia para la ejecución de acciones armadas en contra de la Fuerza Pública y la población".
El capturado quedó a disposición de las autoridades competentes en Soatá, Boyacá, por el delito de tráfico y porte de armas.
El comando de la Primera Brigada informó que seguirá fortaleciendo las operaciones contra los grupos armados organizados para proteger a las comunidades del accionar delictivo, y permitirles continuar el normal desarrollo de sus actividades.
