OPINIÓN: Proceso limítrofe: ¿Santander, Boyacá o una reserva natural?


Toma del territorio en litigio. (Imagen de Google Earth) 

Por Reinaldo Meneses Quintero – Ingeniero UN

Chicamocha News

Ante una eventual sentencia, sustentada en un informe del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), en la que el municipio de Concepción puede ser despojado de un territorio cercano a 600 Km2, o sea, más de la mitad de su territorio, en el que históricamente ha hecho presencia y que ha considerado como propio, al punto que, todas las intervenciones de infraestructura y trabajo social y educativo, han corrido por cuenta del erario de Concepción y Santander.

Como todas las sentencias y leyes en este sentido se acatan, así no estemos de acuerdo, podría ser un duro golpe para las autoridades y comunidad de nuestro querido municipio, que ven que, un territorio y sus habitantes, ya no serían más de Concepción.

Historia

Hace más de 100 años, las tierras de las comarcas de Culebras, Cueva Grande, La Norma, Viterbo, Mundo Nuevo, Mojicones, Agua Blanca, Támara, Solón Wilches, etc., que eran baldías, fueron colonizadas por habitantes de Concepción, ante la indiferencia de las autoridades de Chiscas y Cubará, Boyacá, a cuya jurisdicción pertenecen. Esta colonización incluyó legalización de propiedad ante la municipalidad de Concepción e intervención de la administración local y departamental con recursos y presencia institucional, a tal punto que, no conocieron otra jurisdicción que los apoyara.

Sin embargo, hay que reconocer que la división política del país, configurada como departamentos y establecida por hitos perfectamente identificados, no deja duda que estas tierras pertenecen al departamento de Boyacá y por lo tanto, le asiste el derecho natural a reclamarlas; sin embargo, no es justo que tanto tiempo haciéndose el de la vista gorda ante esta situación de hecho, dejando que la infraestructura e intervención estatal corriera por cuenta de Concepción y Santander, por lo tanto esperaríamos que se resarciera en parte este sacrificio moral y presupuestal.

Antecedentes

Un hecho similar reciente muy sonado, fue el relacionado en la población chocoana de Belén de Bajirá, que reclamaba el departamento de Antioquia como suyo y cuyos habitantes se sentían paisas y reclamaban su inclusión como población del departamento de Antioquia, ese fallo, que se supone fue ajustado a la ley, determinó que el municipio pertenecía al departamento del Chocó, porque la división política así lo determinaba.

Una decisión en sentido contrario, traería consecuencias políticas, institucionales y educativas muy onerosas para la Nación, toda vez que, al cambiar la división política del país, se requieren ajustes de orden institucional, estadístico, cartográfico, etc. que son muy costosos para el gobierno nacional, regionales y locales, (en este caso Boyacá y sus municipios de Cubará y Chiscas).

Alternativa propuesta

Entendemos que la afectación más importante que se deriva de esta sentencia, está relacionada con los habitantes y propietarios de estos predios, que quedarían sin el soporte institucional con el que siempre han contado en las administraciones del municipio de Concepción, porque es entendible que los municipios de Boyacá y su departamento siempre los han ignorado, situación que no va a cambiar fácilmente, porque va a impactar directamente sus menguados presupuestos y, por lo tanto, no habrá recursos para intervenirlos.

La tendencia de las nuevas generaciones es urbanizar sus comunidades, y estas regiones no son la excepción, a tal punto que las familias que habitaban estas comarcas (en una época numerosas) ya abandonaron estos predios, dejándolos a merced de la naturaleza que los cobra como propios. Actualmente son muy pocas las familias que aún viven en la región, por lo que proponemos, en lo que respecta a la región más al sur, convertirla, junto con otros territorios en una reserva o parque natural sin intervención humana, y así ampliar las fronteras del Parque Nacional Natural del nevado del Cocuy, PNNC, incluyendo territorios de Santander, Norte de Santander y Boyacá, como se explica a continuación.

El calentamiento global de nuestra tierra, conlleva problemas de magnitud insospechada, asociadas al efecto invernadero provocado por la excesiva explotación de nuestros recursos naturales, quema de combustibles fósiles, ganadería extensiva y acelerada industrialización, entre otros factores, por lo que se hace necesario hacer correctivos, pero que, al ser la supresión de estos factores, la civilización, como la conocemos, se acabaría. Como no estamos dispuestos a sacrificar estas actividades o lujos, se ha propuesto hacer proyectos que mitiguen y compensen en parte los daños ocasionados al planeta por los efectos de estas actividades inherentes a la llamada civilización.

Entre estos proyectos se ha propuesto en protocolos internacionales, un mecanismo de compensación, consistente en conservar, promover y/o ampliar las reservas de bosques naturales, especialmente en ecosistemas frágiles o ya intervenidos por el hombre y en los que los beneficios económicos obtenidos por nuestros campesinos no compensan los daños ocasionados a la salud del planeta. Pero como es el único medio de subsistencia de nuestros campesinos y en muchos casos el único recurso con que cuentan y seguramente sean los ahorros del trabajo de toda su vida, se ha dispuesto de un mecanismo de compensación, por parte de los países llamados industrializados o primer mundo, en el que estos compran o subsidian a estos campesinos por estos predios que se destinan a restituir en los posible la fauna y flora original y convertirlos en ecosistemas, destinados a la captura de carbono, mediante la biomasa vegetal. El Carbono en la forma de CO2 es el principal causante del efecto invernadero y las actividades inicialmente mencionadas son las mayores productoras de este nocivo gas y los árboles o material vegetal son los principales organismos que en la naturaleza capturan el CO2 y emiten oxígeno.

Ante este panorama, proponemos en este documento una alternativa de reserva natural, que comprende territorios de Santander, Norte de Santander y Boyacá en Colombia, para ofrecerla a la comunidad internacional, especialmente del primer mundo, como mecanismo de captura de Carbono, a cambio de bonos de Carbono, y así ayudar a solventar dos problemas: uno como ya se mencionó, como ecosistema destinado a la captura de CO2 y el otro de tipo social, al ayudar económicamente a estos campesinos para que accedan a predios más fértiles y cercanos a los centros de consumo. Además, que se constituye un Santuario para la fauna andina que siempre ha estado en conflicto con estas comunidades que las han desalojado de sus hábitats y en algunos casos están en vía de extinción, estos son los territorios de los pumas o león americano, el oso de anteojos, tigrillos, venados, monos, guacharos y en otra época de especies como el Cóndor de los Andes, hoy casi extinto en estos territorios.

El proyecto que se plantea, consiste en recuperar para este fin algunos sectores de Cornejo en Cerrito, Santander, y Chitagá, Norte de Santander; sector Mojicones en Cerrito y Concepción, Santander y Chiscas en Boyacá. El área de la reserva es de por lo menos 80.000 hectáreas que se integran al actual Parque Nacional Natural del Cocuy, con el cual limita en 40 Kms., aproximadamente. Estas tierras fueron colonizadas a mediados del siglo pasado por campesinos de las cabeceras municipales mencionadas, pero las nuevas generaciones de esta ola de colonizadores ya tienen claro que la vocación actual, que es agricultura y ganadería, ya cumplió su ciclo y entienden la necesidad de que estos predios se pueden destinar a una vocación más noble, que es la recuperación ambiental de estos entornos como reservas naturales de fauna y flora y aportar así a la conservación del planeta.

La propuesta que se propone consiste en ofrecer a una ONG nacional o internacional los predios debidamente legalizados mediante escritura pública y a precios comerciales, para que sean adjuntados a baldíos existentes y destinados a la preservación y recuperación de los ecosistemas, mediante la figura de reserva natural.

El proyecto

El proyecto de reserva natural que se plantea es un corredor que va desde el sector de Cornejo, en Chitagá, Norte de Santander, incluyendo el sector de Cornejo, en el Cerrito Santander, pasando a los sectores de Plan de Serenos, Mojicones y la Norma en Concepción y Chiscas, en un área de por lo menos 80.000 hectáreas que comprende climas especialmente medios y fríos.

Esta área comprende territorios que son la principal recarga del río Arauca, pues a este lo conforman los ríos Orozco, Valegrá, junto con el Chitagá y por lo menos representan la mitad del caudal que este lleva a la altura de Saravena.

Estratégicamente, estas dos cuencas son muy importantes, pues aportan un gran caudal al río Arauca y la recuperación de sus bosques y valles pueden llegar a ser reguladores del caudal, que a veces producen desastres en el departamento de Arauca.

En el tema de fauna y flora, son muy importantes, pues albergan una gran cantidad de especies, algunas en vía de extinción y que conviven en conflicto con actividades como la ganadería, con la que los campesinos subsisten.

VIABILIDADES

Viabilidad técnica

Técnicamente es un proyecto que no tiene inconvenientes, pues su ubicación aislada de las cabeceras municipales impide intervenciones exógenas, pues sus vías de acceso son muy precarias, lo que imposibilita que agentes externos, en especial actividades como la ganadería, no pueden acceder fácilmente, son sectores por los que se accede por muy pocas partes, pues los delimitan accidentes naturales como ríos, despeñaderos y divisorias de agua de topografías escarpada o bosques impenetrables.

Viabilidad política

Las implicaciones políticas tienen presencia en estos territorios, pues en muchos de ellos la administración la ejercen entes que políticamente corresponden a otro territorio. Por ejemplo, Santander ejerce jurisdicción administrativa sobre territorios que políticamente son de Boyacá, sin embargo, esta situación debe ser fácilmente aclarable, pues hasta ahora la convivencia ha sido amigable y más si la causa que nos ocupa es aún más noble.

Viabilidad económica

Desde el punto de vista económico, el proyecto es viable, pues los bonos de Carbono que produce compensan ampliamente el costo del proyecto.

Viabilidad ambiental

El medio ambiente es el más beneficiado, pues este es un proyecto de tipo reserva ambiental en el que el propósito es mejorar todas las variables ambientales que se han afectado históricamente, especialmente por la tala indiscriminada que se hizo en el pasado, quemas, adecuación de pastizales y en general toda la intervención humana que, en estos casos, casi siempre produce depredación de los recursos naturales.

Se recuperarían ambientes, tanto para especies vegetales, pero más aún para la fauna, como el oso de anteojos, puma, tigrillos, venados, tucanes, monos, quetzal, guacharos, reptiles y muchos otros que han visto invadir sus territorios. 

Viabilidad social

Los asentamientos humanos son importantes en estos territorios, ya que actualmente viven allí alrededor de 120 personas y algunas aún toman su sustento de estas fincas. El pico de población pudo haber sucedido hace unos 40 años, en los que probablemente había unos 250 habitantes, pero el descuido de las administraciones, en cuanto que no hubo inversiones en infraestructura como vías, hizo que las nuevas generaciones migraran hacia territorios más cercanos a los centros poblados y buena infraestructura.

Sin embargo, en todos los predios hay presencia de actividades de explotación comercial, ya sea ganadería o agricultura, por lo que no se pueden desconocer estas actividades, generadoras de recursos para la supervivencia y que se sacrificarían, por un cambio de uso.

El nuevo proyecto absorbería algunos de sus habitantes, en actividades como guardabosques o recuperadores de predios.

Viabilidad jurídica

Aunque, prácticamente todas las fincas están soportadas con escrituras de propiedad, registradas ante la Superintendencia de Registro, habrá que verificar su disposición a venderlas. En su momento no se hicieron planos topográficos, por lo que ahora sí se requerirán, especialmente para actualizar áreas y linderos y proceder a la enajenación.

Viabilidad financiera

La disponibilidad de recursos de la comunidad internacional de países del primer mundo garantiza los dineros para la implementación de un proyecto con estas características, pues se enmarca dentro de sus políticas de generador de bonos de Carbono como compensación por las emisiones de las actividades de sus comunidades.

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