Ante la necesidad urgente de
aumentar y enriquecer de carbono las tierras agrícolas en las diferentes
latitudes, y en especial las nuestras, que en su mayoría son deficientes en
materia orgánica, situación que se refleja en los cultivos de cereales y
leguminosas de nuestro gremio, FENALCE se ha dado a la tarea de acompañar
procesos de identificación de fuentes de ácidos húmicos en nuestro país, dado
que estos bioinsumos son cada vez más escasos y costosos, toda vez que las
fuentes naturales en abonos compostados de estiércoles no son suficientes y
además tienen costos que muchas veces un pequeño productor de economía campesina
no pueden asumir.
Ya está probado que la fuente con
mayor contenido de estos ácidos son los lignitos oxidados o carbones inmaduros
que en otras latitudes denominan leonarditas, los cuales abundan en nuestras
cordilleras y se encuentran casi siempre asociados a la minería de carbón
térmico, siendo Boyacá el principal departamento productor de estos lignitos, considerados
tradicionalmente residuos sobrantes en las minas de carbón y a los que se les
debe dar adecuada disposición, para que no sean productos contaminantes que
resultan generando altos costos para su manejo ambiental. Una vez Identificados
y caracterizados adecuadamente dejarían de ser una carga costosa para la
minería de carbón y, en cambio, se convierten en materia prima útil para
producir enmiendas orgánicas aprovechables en nuestra agricultura, contribuyendo
a cambiar la vocación de una minería contaminante a que se convierta en minería
regenerativa de suelos pobres y proveyendo a nuestros mineros de una nueva
fuente de ingresos adicionales a sus maltrechas economías. Si dejamos
empobrecer los suelos, nos empobrecemos todos, porque las cosechas van a ser
cada vez peores, las productividades se van a pique, se sacrifica la rentabilidad
del proyecto productivo y vamos a estar cada día mas pobres.
Los ácidos húmicos o carbono
orgánico, han venido ganando un espacio y aumentando su participación como
bioinsumo en las agriculturas de todo el mundo y siempre se nos ha hecho creer
que los procedentes de lignitos oxidados solo los hay en el hemisferio norte,
desde donde se importan a precios muy altos y que nuestras tierras eran
carentes de estos recursos y por lo tanto no podríamos producirlos a precios
asequibles. Lo que ha faltado es investigación y poner el conocimiento al
servicio del campo, por lo cual ahora
que sabemos de la existencia y disponibilidad de esta materia prima en nuestra
geografía colombiana, es hora de revertir esta situación, empezando a producir
estas enmiendas orgánicas y a implementar fertilización orgánico mineral, para
reducir costos y suplir su carencia de elementos en las tierras pobres de nuestro
continente americano, a precios no tan influenciados por el alza del dólar o del
euro.
Nuestros ácidos húmicos procedentes
de nuestros lignitos son comúnmente denominados leonarditas, son de excelente
calidad y compiten por sus contenidos con los americanos o europeos. Al ser
tratados con hidróxido de potasio, atendiendo algunos procedimientos especiales
que propician la extracción de sus ácidos, tanto húmicos como fúlvicos, permiten
obtener una enmienda orgánica de buena calidad que ha demostrado ser muy
eficiente en la mejora de la agregación estructural de los suelos ecuatoriales
y tropicales, aportando carbono - materia orgánica en alta concentración y
mejorando las propiedades físicas y químicas de los suelos y las propiedades
biológicas en la rizosfera de las plantas, que se traduce en una mayor
productividad de sus cosechas.
La aplicación de estos ácidos
húmicos a los suelos y cultivos aporta los siguientes beneficios:
En el suelo: Contribuye al aumento de la Capacidad de Intercambio
Catiónico CIC. Aumenta la eficacia de los fertilizantes de síntesis química y
reduce la pérdida de nutrientes. Actúa como un quelato natural para micro
elementos en suelos e incrementa su disponibilidad para las plantas. Disminuye
las sustancias tóxicas en los suelos. Estimula el aumento de la actividad
microbiana. Favorece la estructura del suelo y aumenta la retención de agua. En
general mejora la capa arable del suelo, en la cual se desarrolla la rizosfera
del cultivo de interés económico.
En la planta: Promueve el desarrollo de la masa de raíces. Estimula
las enzimas vegetales para un mejor crecimiento y expansión foliar, con lo cual
se favorece el rendimiento económico de la producción. Contribuye a la
obtención de cultivos cada vez más saludables, sin tanto químicos y por lo
tanto a la agricultura sostenible y a la preservación del medio ambiente.
Recientemente la ONU emitió una
recomendación sobre la necesidad de recarbonizar los suelos del mundo para
revertir los efectos del calentamiento global por el efecto invernadero y se
refería a la necesidad de una mayor utilización de materia orgánica en la
agricultura. Este tipo de productos son la respuesta y una buena solución tecnológica
de bioeconomía, de economía circular y economía naranja ya que convertimos
estos residuos de la minería del carbón para que en vez de ser parte del
problema se vuelvan parte de la solución.
FENALCE apoya este tipo
de iniciativas que surgen desde las regiones, trabajando hombro a hombro con
nuestros productores, contribuyendo a la empresarización del campo, al
desarrollo rural con soluciones que benefician al suelo, a los cultivos
agroalimentarios y a la agricultura en general, conduciéndola a ser más
productiva y exitosa al acceder a insumos y enmiendas de menor costo,
asequibles y económicas a nuestros campesinos, incluso a los menos favorecidos,
por lo que este gremio se enorgullece de haber participado en el apoyo
tecnológico y logístico para la investigación y el desarrollo del bioinsumo, su
evaluación en pruebas agronómicas en cultivos tecnificados de maíz y soya,
contribuyendo al fortalecimiento de capacidades en un proceso de empresarización
de la producción de ácidos húmicos de lignitos desde Boyacá, el acompañamiento
en el montaje de la biofábrica en la
Provincia de García Rovira en el departamento de Santander y la oferta
comercial nacional del producto denominado AGRO
HUMICOL.
El llamado gremial desde FENALCE
es a que compare, evalúe resultados y apoye lo nuestro.
·
El Dr. Henry Vanegas
Angarita, Gerente General de FENALCE, (Federación Nacional de Cultivadores de
Cereales, Leguminosas y Soya, es Ingeniero Agrónomo de la Universidad Nacional
de Colombia, Magister en Producción Vegetal, y Doctorado en Mejoramiento
Genético Vegetal y Semillas Tropicales de la misma Universidad.