“Delimitación sí, pero no así”: Gobernador de Boyacá Carlos Amaya


El mandatario, en compañía de dos habitantes del entorno del páramo de Pisba, radicó carta en el Ministerio del Ambiente. Anunció inversión e invitó al ministro a Socha. (Foto: Darlin Bejarano-OPGB).

Tunja, 10 de mayo de 2018. (OPGB).  En hora de la mañana de hoy, jueves 10 de mayo, el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, radicó, junto a dos campesinos: don Pedro Castañeda (defensor del páramo de Pisba desde hace más de 20 años) y don Gustavo Velandia (habitante desde hace más de 70 años de la vereda La Romasa de Socotá), una carta en el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en la que están plasmadas las inquietudes de los habitantes de la zona con respecto al proyecto de resolución de delimitación del páramo de Pisba que dio a conocer en días pasados dicha cartera.

El mandatario de los boyacenses dejó en claro que está de acuerdo con la delimitación de estos ecosistemas, pero manifestó sus reparos con la forma inconsulta y centralista en que se está llevando a cabo el proceso.

Amaya señaló que su posición siempre ha sido en defensa de la naturaleza y sus riquezas, pero también que los procesos que conllevan decisiones trascendentales para la vida de miles de personas deben partir del diálogo, del conocimiento de los territorios y de la participación amplia y democrática de las comunidades. "En Colombia no podemos seguir cometiendo el error de tomar decisiones desde Bogotá, sin que las comunidades implicadas lo sepan. En el caso del páramo de Pisba, es toda una provincia que quiere escuchar y exponer sus motivos con respecto a la delimitación. No es justo que ellos ni enterados estén de lo que se va a hacer" , manifestó el mandatario.

Este ecosistema, reconocido por ser el paso más difícil que tuvo que afrontar el libertador Simón Bolívar en su Campaña Libertadora, tiene una superficie total de 113.091,9 hectáreas distribuidas en Gámeza, Jericó, Labranzagrande, Chita, Mongua, Pisba, Socha, Socotá y Tasco, en Boyacá; y Sácama, La Salina y Támara, en Casanare; y su entorno regional tiene una población (según proyección del DANE a 2013) de más de 53 mil personas (datos para Boyacá), de la cuales por lo menos el 80 % viven en el sector rural, subsistiendo de actividades ganaderas, agrícolas y mineras.

De acuerdo con la Unidad Ambiental Especial de Parques Nacionales Naturales, UAESPNN, las condiciones de la población que habita el complejo de Pisba son de "bajos ingresos económicos, marginalidad y precarios servicios en salud y educación".

"Esta región tiene un NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas) del 57.1 %, constituyéndose en el más alto de todo el departamento; lo que nos obliga a escuchar a esta población, a tratar de intervenir y a no imponerles normas inconsultas. Estoy convencido de que podemos defender la naturaleza y a la vez empezar a darles oportunidades a quienes la han cuidado y protegido durante siglos", manifestó, añadiendo que no es justo que, en medio de sus necesidades, el Estado les imponga medidas y no les proporcione soluciones básicas.

"Invitamos al ministro Luis Gilberto Murillo a Socha a que socialicemos el alcance de la resolución antes de firmarla. Asistiremos el día que él disponga para construir una salida en el marco de la democracia territorial, que tanta falta hace en Colombia. También quiero dejar en claro que ya tenemos los primeros 2 mil millones para invertir en el desarrollo de fuentes alternativas de trabajo que nos permitan proteger el páramo, y brindar seguridad y bienestar a los campesinos que lo habitan. En definitiva: Delimitación sí, pero no así", finalizó Amaya.

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