Guateque, Boyacá: La pirotecnia se vivió en su escenario principal, pero pendiendo de una mecha


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Por Javier Hernández Salazar – Periodista Chicamocha News

 



El cielo de Guateque se llenó de luces y colores, para deleite de propios y visitantes

 

Guateque celebró su Festival Pirotécnico, artístico y Cultural número 25, buscando mantener la tradición que ha traspasado fronteras y donde se ha constituido como referente internacional, pero con peligro de desaparecer.

 

El fin de semana del 19 al 21 de enero, se cumplió con la cita anual que agrupa a los mejores exponentes del municipio y selectos empresarios a nivel internacional. El show pirotécnico se presentó en el Estadio Alfonso Araujo de Guateque, Boyacá, con una programación que atrajo a un poco más de cuatro mil personas de todo el país y simpatizantes de otros países. Sin embargo, el evento estuvo a punto de ser suspendido por falta de recursos, hasta el 18 de enero, no se sabía si era posible realizarlo.

Los artesanos y seguidores de la tradición se unieron para reclamar al alcalde Edwin Bohórquez, los 140 millones de pesos que habían aportado la Gobernación de Boyacá y el Gobierno Nacional para la realización del Festival, sin embargo, el alcalde aseguraba que no tenía recursos para hacer el evento, comentan artesanos del municipio.

Ante las protestas, descontento y reclamos, apareció la plata y finalmente se pudo hacer el Festival tan esperado. 

Por la incertidumbre, no se logró hacer un buen despliegue publicitario y no se contó con la asistencia de otros años; sin embargo, guatecanos y comunidad de las poblaciones vecinas asistieron como es la tradición. Los costos de la entrada al Estadio marcaron el primer filtro-$20 mil pesos por persona-, el segundo filtro lo protagonizó el costo del consumo y el tercero, el decomiso de bebidas a la entrada. El desorden en la organización generó revuelta y con la fuerza de grupos inconformes, lograron derribar la barra que impedía el ingreso.

Si bien, para muchos, 20 mil pesos por una entrada para ver un gran show pirotécnico no es mucho, para una importante cantidad de personas del Valle de Tenza si tienen gran impacto, la economía del país no anda nada bien y en esta región con la problemática de las vías, falta de inversión, el abandono del gobierno nacional y la falta de atención del gobierno departamental, no permite que se tengan suficientes ingresos como para que una familia pueda entrar a ver el espectáculo. Haciendo cuentas, para la entrada de una familia integrada por cinco personas tendrían que disponer de 150 mil pesos por lo menos, cubriendo las entradas, una bebida o caprichos para los niños – si los tienen- y las entradas al baño que se cobraban a mil pesos. De tal forma que se pudo apreciar más gente fuera del Estadio que adentro, afortunadamente no se presentaron muchos fuegos de piso y su mayoría fue posible apreciar desde una buena distancia del lugar donde desde muy temprano, o el día anterior, los artesanos organizaron sus piezas cuidadosamente elaboradas. 

 

Año tras año, la fama del Festival ha ganado admiración y gran cantidad de adeptos que encuentran en estas fechas de inicio de año, un espacio formidable para compartir en familia, seguir las tradiciones y consolidar este patrimonio que representa parte de la identidad de un pueblo donde gran cantidad de familias viven de la industria. El Festival, Pirotécnico, Artístico y Cultural de Guateque se constituye además como una importante fuente de ingresos para el municipio que está abriendo paso al turismo como una de las fuentes importantes de desarrollo económico y empresarial.

Si bien, el Festival Pirotécnico de Guateque es artesanal, no tiene nada que envidiar a los realizados en Europa y otros países de Latino América. Peter Shadbolt, periodista de CNN, escribió una columna sobre la pirotecnia donde expone como los hermanos estadounidenses Jesse y Jeremy Veverka, recorrieron el mundo durante cinco años, documentando los lugares donde se hacen fuegos artificiales de forma artesanal y realizaron el documental "Passfire", donde se muestra la tradición de los fuegos artificiales en su máximo esplendor. Una de las anécdotas que le contaron los hermanos Veverka a Shadbolt es como un pirotécnico de la India describe su trabajo: "¡Un maestro pirotécnico es un artista!" Cualquiera puede ser un camarógrafo, pero para convertirse en un artífice de fuegos artificiales se necesitan cinco elementos: el talento de un artista, la mano de un escultor, el corazón de un poeta, el ojo de un pintor, el coraje de un guerrero". Me llamó la atención porque hace unos años hice una entrevista a un artesano pirotécnico de Guateque y comentó algo similar; sin lugar a dudas que este trabajo no es nada fácil, el valor y la creatividad son fuera de serie, nunca mejor dicho es jugar con fuego. Si bien, Guateque no aparece en la serie, el trabajo que se presenta como en Tultepec, México, demuestra no solo el arte, también se aprecia la problemática que genera cuando no se siguen las normas de seguridad.

Un trabajo de vocación, convicción, disciplina y dedicación forma parte de la preparación que tienen los pirotécnicos guatecanos que dura varios meses, prácticamente al otro día en que termina el Festival, dan inicio al trabajo que les permitirá participar el siguiente año y obtener contratos en otros lugares. Pero el riesgo que viven los artesanos pirotécnicos no es solo el peligro de jugar con la pólvora, quizás el mayor riesgo corresponde a la falta de apoyo que se tiene por parta de la administración municipal y las dificultades para desarrollarlo con las exigencias de las normas internacionales. Mientras llega el próximo Festival, se continuará trabajando contra la corriente, esperando que la suerte cambie y que el evento del 2019 recupere el esplendor de otros años.

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